Los relatos de El Ingeniero andante por José Docavo Alberti

Autor:

José Docavo Alberti

 Nacido en Madrid e Ingeniero Geólogo de profesión, he vivido y trabajado en Barcelona, Inglaterra, Estados Unidos, India e Indonesia. Sobrino-nieto de Rafael Alberti, hace dos años decidió dedicarse casi por entero a la literatura. Los primeros pasos los dió en 2010, publicando un blog de relatos y reflexiones llamado El Ingeniero Andante, y que, dicho sea de paso, acaba de convertirse en un libro que ya está a la venta. Un poco más tarde, a principios de 2011, comenzó con la saga de novelas El tercer nacimiento de Ulises, cuya primera entrega, El Gran Ojo, vio la luz tras un proceso de intensa reescritura hace unos meses, y cuyo segundo libro, La Mujer Caníbal, ha sido publicado recientemente. Muy pronto veremos si estos tres años de trabajo logran hacer disfrutar a los lectores tanto como los he disfrutado él.

Opinión:

 Esta obra contiene los siguientes relatos:

1.- Jenara

2.- El octavo pasajero

3.- La tarde que no podía dejar de hablar.

4.- 1887

5.- El tren mariposa

5.- El pájaro de fuego

6.- Linux

7.- Mi padre

De los cuales algunos de ellos me hicieron remover algunos puntos de flacura que tengo, es la tercera ocasión si no me equivoco en que que un libro llega cuando lo necesito.

Su prosa a mi parecer es poética y metafórica. Por momentos me hizo dudar de qué era realmente lo que José vivió y que era ficción, detalle que me mantuvo motivado a continuar leyendo.

A continuación cito algunos párrafos que me gustaron mucho:

"No hubiera soportado la vergüenza y la carga de tener que contar que sólo a mí, por no sé qué caprichos del destino, me habían perdonado. ¿Acaso no era yo tan digna y tan apetitosa cómo para no merecer ser pescada como cualquier sardina que se precie?, ¿qué había de malo en mí que ya desde el principio suscitaba esas miradas gélidas?, ¿cuál era mi pecado?, ¿sólo porque pesaba unos kilos de más la vida me tenía que tratar de forma diferente? Qué injusta es a veces la justicia del mar. Me daban ganas de arrimarme a la costa y de un gran salto arrojarme a la sedienta tierra, abandonar mi cuerpo y convertirme en hombre, o mejor en mujer, pues al parecer allí todos vivían en perfecta armonía".

Y el siguiente párrafo definitivamente es genial:

Sí uno ama a las personas que tiene al lado y comprende que para seguir sobreviviendo es necesario cocinar, rellenar papeles, hacer la colada y todas estas cosas que componen una vida decente, pero sin un fin superior, uno se acaba perdiendo irremediablemente, tan sólo percibe un montón de tiempo circular que no conduce a ningún sitio…

Que mi vida sea tal que mis creadores se convenzan de que el ser humano no merece ser olvidado. Que mi vida sea tal que los humanos comprendan que hasta una máquina que se ve forzada a hablar despacio ha encontrado su lugar en el mundo.

Recomiendo el libro, en verdad que tiene varias partes llenas de detalles que siento no pude llegar a descifrar en su totalidad, pero que encierran grandes cosas.

Para adquirirlo pueden hacerlo pulsando

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Hasta muy pronto.

R.